Fecha: 03/05/2015

 

LOS VERDADEROS ANTICRISTOS EN EL SIGLO XXI

EN LA “REPÚBLICA” ARGENTINA

Más allá del Anticristo de Nietzsche                

Por: Lic. F. Inés Sucunza

 

       La visión de Nietzsche, y la interpretación en relación a nuestra sociedad. En realidad ¿El Poder se relaciona directamente con la felicidad?

 

Nietzsche se pregunta y responde “¿Qué es lo bueno? Todo lo que acrecienta en el hombre el sentimiento de poder (dominio, facultad para ejecutar una cosa; fuerza, vigor, capacidad), la voluntad de poder, el poder mismo. ¿Qué es malo? Todo lo que proviene de la debilidad. ¿Qué es la felicidad? la conciencia de que se acrecienta el poder, que queda superada la resistencia”

 

En el modernismo en lugar de buscar un tipo humano desarrollado como superior, se busca -producto del temor al hombre mismo- el animal doméstico, el hombre- rebaño, el animal enfermo, el cristiano.

El cristianismo teme a los instintos del hombre, a la naturaleza del mismo. Ha combatido a los instintos de conservación del hombre. Los valores de la humanidad son los valores de la decadencia. Nietzsche dice “se me antoja corrupto el animal, la especie, el individuo que pierde sus instintos; que elije, prefiere, lo que no le conviene.”

La vida es un “instinto de crecimiento, de supervivencia, de acumulación de fuerzas y poder”.  

Prepondera en la sociedad un instinto depresivo y contagioso, contrario a los tendentes a la preservación y potenciación de la vida. La filosofía de Nietzsche es contraria a cualquier teología, encuentra en el teólogo una soberbia, rayana a un idealismo, donde en virtud de un presunto origen superior se arroja el derecho de tener ante la vida una actitud de superioridad y distanciamiento, de toda emoción y sentimiento.

El teólogo (agrego: ó persona avezada en determinadas creencias ocultas por ej.) se opone a la “razón”, los “sentidos”, los “honores”, el “bienestar” y la “ciencia”. Dicha persona no tiene un conocimiento de la realidad cierto, sino el que posee por su conocimiento religioso o “iniciado”.

La fe, para este filósofo, es el “cerrar los ojos de una vez por todas ante sí mismo, para no sufrir el aspecto de la falsía incurable” de la realidad.  Pareciera ser que para el hombre la realidad es muy dura, entonces una de las vías de escape es la religión, haciendo una moral, una “virtud” adecuada de esta forma la persona “vincula la conciencia tranquila con la perspectiva torcida”. De acuerdo a la “verdad” que es tejida por el dogma religioso.

 

Ahora con la visión de las nuevas corrientes o tendencias, de “fe” en el siglo XXI, vemos como se relativiza toda realidad, se dice que no hay una “verdad”, de esa forma cada uno ajusta a su propia extrema subjetividad todo lo ocurrido, se tamiza por su percepción, y los hombres también temen mirarse a sí mismos. Ya había denunciado este pensador de finales del siglo XIX, el riesgo de la tendencia dominante en el pensamiento humano, puesto que habla de esa “virtud” peligrosamente puesta de acuerdo a la horma del zapato conveniente a una perspectiva desvirtuada, en la que gana simplemente la debilidad, la miseria humana. Es un error, para este pensador, perseguir la moral impuesta por una creencia o dogma, como diría Marx “la religión es el opio de los pueblos”.

Pero ¿qué hay de la creencia en la no existencia del alma, la no existencia de Dios ó de una vida después de la muerte?, creo que también es una ideología perniciosa, lo a-moral, lo no ético, también busca crearse un mundo ideal, lejos de una visión del hombre y de su naturaleza.

Nietzsche considera que “un acto impuesto por el instinto de la vida tiene en el placer que genera la prueba de que es un acto justo”, un acción que te nace para darte placer o gozo, esa acción es justa para vos. Cada persona es diferente, y a cada persona le da placer y gozo diferentes cosas, Nietzsche diría un “A por él”, “Ve por tu placer”. Él razona que después de todo en el hombre pudo actuar un “gusto estético”, donde el hombre se ha ofuscado viendo la realidad, entonces le ha exigido -a la realidad- que se adecuara al sentido de gusto del hombre y lo que él cree que es la verdad.

 

Él ve al hombre, de origen animal, malogrado, morboso y peligrosamente desviado de sus instintos, entonces este filósofo no sería muy afín en la actualidad de las terapias psicológicas, que buscan contener, encorsetar, dominar esa emoción del alma, ese instinto, esa búsqueda de placer y de acrecentamiento de la vida, ese instinto vital de supervivencia, ya que la terapia psicológica o psiquiátrica sirve de catalizador y de quemador de lo instintual, conteniendo ese líquido “funesto?” de nuestra necesidad de placer y gozo. También contiene (sujeta, domina, inmoviliza, doma, etc) el sufrimiento humano, como diría un cantautor español “Deme pastillas para no soñar”, todo –contenido- sufrimiento que sigue siendo sufrimiento pero que busca no perturbar al resto de las personas.

Religión, psicoanálisis, terapias psicológicas con el fin no ya de que el hombre se adapte a la sociedad, sino de ser un excluido “razonable”, (¿razonable?), ó un incluído en el grupo no pensante –religioso-, hombre sin autodeterminación, ni librepensamiento.  

Nietzsche dice que el cristianismo nos aleja de nuestra búsqueda de lo  vital, el placer y el poder (lo que permite lograr, alcanzar, saber, valer, etc), esta religión apoya a los débiles, a los pobres, a los que sufren y a los que ponen la otra mejilla, enseñanzas de Jesuscristo. En el cristianismo organizaron el dogma los romanos, cuando su imperio ya estaba en decadencia, buscando conformar y aprisionar, al verdadero hombre -debilitando al potencial superhombre.-  

El hombre tiene miedo del hombre, por eso es que hace todo esto. Este filósofo dice que las causas imaginarias son “Dios”, “alma”, “yo”, los efectos imaginarios son “pecado”, “redención”, “gracia”, “castigo”, “perdón”; relaciones entre seres imaginarios “Dios”, “espíritu”, “alma”; psicología imaginaria “malentendidos sobre sí mismos”, “interpretaciones de sentimientos generales agradables o desagradables”; denuncia la idiosincrasia religiosa-moral “remordimiento” “tentación del Diablo”; y una teleología imaginaria “el reino de Dios”, “el juicio final”, la “eterna bienaventuranza”, este pensador considera que todo eso es un mundo imaginario.

Que contrapone la “naturaleza” a “Dios”, todo esto tiene su raíz en el “odio a lo natural (¡a la realidad!), es la expresión de una profunda aversión a lo real…sufrir de la realidad significa ser una realidad malograda, el predominio de los sentimientos de displacer sobre los sentimientos de placer es la causa de esa moral y religión basadas en la ficción...”.

 

Considera que “toda virtud debe ser la propia invención de uno, la íntima defensa y necesidad de uno”. “La “virtud”, el “deber”, el “bien en sí”…son quimeras. Difiere de Kant en cuanto considera que cada persona debe inventarse su propio “imperativo categórico” en relación a su vida y a su forma de ser. El imperativo categórico alude al término acuñado por Kant, popularmente el de hacer el bien por el bien mismo, el de tener ciertos valores naturales al ser humano, que van más allá del individuo y que son un deber.

Nietzsche dice que un acto que da placer a la persona, obtiene de ese placer el hecho de que sea un acto justo para dicho individuo.

El concepto de dios del cristianismo está despojado de toda valentía, grito, soberbia (insolencia, orgullo), para atribuirle a la figura de Cristo el de bastón de los pobres y débiles, en el “salvador” de los pecadores, toda artillería inventada por el pueblo romano y la iglesia, para someter al hombre y convertirlo en hombre-rebaño.

A diferencia del budismo que declara la lucha contra el sufrimiento, en el cristianismo se declara la lucha contra el pecado, por lo que tiene miles de conceptos, prejuicios, rótulos, para las actitudes de las personas; y popularmente esto se traduce en el etiquetado de personas, que nada tienen que ver con el origen de la palabra del rótulo, impuesto por esta cultura occidental (dominada por siglos por esta creencia religiosa).

El cristianismo, hace un autoengaño de los conceptos morales, yendo en realidad más allá del bien y del mal, puesto que los conceptos, “pecado capital”, “diabólico”, “el mal”, etc. van más allá del hecho o cuestión en sí, llevando peligrosamente, a través del vox populi, prejuicios, que son identificados con determinadas personas, impuestos por personas también (demasiado temerosas de la propia naturaleza humana).  

 

Todas las condiciones que ha provocado el cristianismo en occidente, han llevado a una depresión del ser humano, en la que aparece el psicoanálisis, y otras terapias psicológicas aceptadas académicamente, para demostrar que es muy difícil cambiar ese rumbo, ya que a través de la medicación o de la terapia psicológica de por vida no cambia en absoluto la génesis de dicha depresión mental del hombre occidental.

 

¿Qué herramientas nos da el budismo que ayudan a combatir esta situación?

 

       Vida al aire libre

       Dieta frugal y seleccionada

       Prevención contra lo espirituoso (alcohol por ejemplo)

       Prevención contra todos los afectos que “hacen mala sangre” a uno

       Una vida sin preocupaciones

       Tener representaciones (pensamientos, sentimientos, imaginación, meditación) con imágenes que sosieguen o alegren

       La bondad y la jovialidad son factores que coadyuvan a la salud

       Abstenerse de luchar contra los que piensan distinto de uno

       Hacer dieta mental (seleccionar nuestros pensamientos) en pos de que sean saludables y nos den placer

       Repudia la revancha y el resentimiento

       La dieta mental también la haces por un egoísmo, es decir un individualismo de lo que te hace bien como persona

       Busca la paz serena, la extinción de todo deseo

       Busca la perfección

 

Acá vemos como Nietzsche habla simpáticamente con algunos conceptos de la doctrina budista.

 

Siguiendo con el cristianismo, dice Nietzsche, que el mismo “quiere domar “fieras”, y para tal fin las enferma”…

El concepto de castidad acentúa la fidelidad del sacerdote y la exaltación religiosa del cristiano.   

Una tesis de este pensador dice: “el cristianismo sólo puede ser comprendido como producto del suelo en el que ha nacido; no es una reacción al instinto judío, sino la consecuencia del mismo…”la salvación proviene de los judíos” (Evangelio de San Juan 4,22)

Por lo tanto hay una falacia hasta para el mismo cristiano, que “es capaz de sentirse anti-judío, sin tener conciencia de que es la idiosincrasia judía llevada a su consecuencia última”.  

      

Los verdaderos Anti-cristos

 

       Si bien considero que hay mucho de cierto en lo que dice Nietzsche, soy de la idea, de que hay valores, que son o debieran ser innatos al hombre, la dignidad, la vida, la bondad, la armonía con la naturaleza, creo que Nietzsche hace esta reflexión manifestando su simpatía con el budismo.

Por otro lado creo como los estoicos, que debiéramos hacer todo lo posible por ser felices, hay un punto de contacto con este filósofo alemán, puesto que el habla del placer y del gozo que se relacionan directamente con la felicidad, aunque claro, los estoicos promueven la felicidad aún en la pobreza y en la debilidad del hombre y para Nietzsche esto es enfermo, ya que debiera ser el placer, puesto por sobre el displacer. Sin embargo ambas filosofías coinciden en una armonía con la naturaleza, la exterior y la interior del hombre.

Finalmente creo que Nietzsche supo ver claramente la situación del cristianismo, focalizándose en él, pero ahora vemos que se han incorporado a la cultura hegemónica y dominante: las terapias psicológicas, las nuevas corrientes de “filosofías” de la Nueva Era, los nuevos profetas/ mesías de autoayuda, las drogas con mayor llegada a la población (tanto las legales – psicofármacos, alcohol- como las ilegales), la moda; la cultura de los medios masivos de comunicación -donde muchos no tenemos cabida-, el discurso ideológico/político/social: donde te dicen “Esto es amarillo” y no hay tu tía, ó aceptas que eso “es amarillo” es decir, aceptás lo que te dicen ó sos “gorila”, “loco”, “facho”, y cualquier rótulo que se te pueda ocurrir, etc.

Otra característica que vivimos en esta cultura dominante en la Argentina en el año 2015 es el capitalismo, con su engaño con la palabra: “democracia”, donde te hacen creer que participás pero en sí, sólo mediante el voto cada 4 años, pero en sí no tenés voz en las verdaderas decisiones, donde en este país se reparten los cargos, donde esta la dedocracia o la contactocracia, olvidate del mérito propio.

Donde las estructuras corruptas políticas, pueden dejar fuera del sistema a alguien mediante injurias, haciendo uso de un poder pero no nietzschereanamente hablando: un poder que les puede dar valor y potenciación de la vida, sino que es un poder donde la idea es denigrar al otro, pisotear al diferente. Con los tribunales y juzgados de por medio, comprados ó miedosos del poder corrompido/peligroso, los cuales ignorándote, miran para otro lado y no para el lado de los derechos del individuo.

Es difícil buscar el placer en este contexto y es casi imposible estar a gusto con uno mismo; si tu alma, como dicen los estoicos, está entrelazada con tu contexto, porque este contexto que estamos viviendo es totalmente perverso y enfermo.

Encontrar la armonía entre el interior humano y este exterior que estamos viviendo en nuestro país, es, al menos en la actualidad, imposible.

 Finalmente grandes pensadores, quizá supieron ver el “ideal”, pero quizá subestimaron la sociedad, y sobreestimaron, un poco al hombre mismo, creo que hay hombres totalmente diferentes unos de otros, pero que subsumidos en estos contextos, todos parecen lo mismo, aunque no lo sean, es decir como dijo un gran escritor de teatro en uno de sus personajes “Algo huele mal en Dinamarca”, acá puedo decir “Algo huele mal en Argentina” y va más allá de los individuos.

El poder del que hacen uso unos pocos, lo hacen con un fin: fuera de toda ética, fuera de toda dignidad, fuera de toda vida, fuera de toda bondad. Creen buscar su felicidad. Si es verdad que de alguna forma todos pertenecemos a un mismo mundo, y hay hilos invisibles que nos conectan, el poder abusivo corrupto que hacen algunos, engañando al pueblo, aunque estén en mansiones lujosas, y en los mejores restaurantes o tiendas internacionales, finalmente y en el fondo, su alma esta impregnada de su contexto corrupto -de corte de aplaudidores, de seudo periodistas fanáticos del dinero que les pagan, funcionarios corruptos, etc.-

Esas personas que hacen uso del poder abusivo, hacen utilización de: los “pobres”, “débiles”, “desprotegidos”, (y grupos adeptos por ideología, y/ó por tener algún tipo de interés económico); es decir utilizan a esos grupos y personas para llegar y mantenerse en el poder; pero quizá tarde o temprano, deberán ver su propio rostro al espejo, y me pregunto si lo que ellos hacen es ¿verdaderamente la búsqueda de su placer y gozo, nietzschereanamente hablando, pudiendo ser en verdad “felices” ó esa es una felicidad de cartón pintado, tejida por una visión distorsionada y enferma de la realidad?.-

 

Resumido, citado e Interpretado, por Lic. F.I.S.

                                               (Del libro: El Anticristo; Friedrich Nietzsche; edit. Agebe filosofía, Bs. As. 2011)